¿Qué fue primero: el huevo o... la artesana?

Cuando era chiquita, mi abuela recortaba cuidadosamente imágenes, palabras y letras, de diarios y revistas; las guardaba en cajitas y, los domingos nos las daba para llevar al cole.

Claro que, en mi caso, ¡rara vez llegaban a destino! Me encantaba dibujar y armar composiciones con esos recortes, era mi juego favorito.

Luego aparecieron otros materiales como el papel glacé y el punzón, la birome, la tinta china, los

crayones, las acuarelas… ¡Sin duda Artes Plásticas era mi materia favorita!

Ya de adulta, mi pasión por las manualidades recomenzó como un pasatiempo… una manera de canalizar la necesidad de crear y expresarme, de volver a conectarme con esa niña interior. Pero pronto se convirtió en este hermoso y gratificante proyecto en el cual, diferentes objetos, de distintos materiales, son intervenidos con originalidad para convertirlos en únicos e irrepetibles, como cada uno de nosotros, y decorar así ese lugar, ese rincón tan especial.

Podría contarles, de modo un poco más específico (tratando de ser acotada, porque si me dejan, les escribo un libro), que básicamente me dedico a:

Decoración de cáscaras de huevo naturales:

Realizada a partir de la técnica desarrollada por la profesora Vanesa Pena, basada en los huevos Fabergé y los tradicionales Pisanka, los huevos son calados y decorados con diferentes técnicas y materiales.

Intervención de objetos.

Cajas, bandejas, platos, copas, etc., son transformados en objetos bellos y exclusivos sin perder su funcionalidad, mediante el uso diferentes técnicas como pintura decorativa, falsos acabados, decoupage, scrap, decoración con hilos, entre otros.

Filigrana de papel o Quilling:

Consiste en la obtención de formas y figuras mediante la utilización de tiras de papel.

Como muchos saben, cuando de actividades artísticas se trata, los elementos se mezclan, se integran y dan lugar a nuevas creaciones. 

Decorar una cáscara de huevo, por ejemplo, implica intervenirlo, y esa intervención hace nacer un nuevo objeto: ya no es sólo la cáscara, no son sólo cintas y mostacillas decorativas alrededor, no es filigrana de papel en el interior… es todo eso transformado en una pieza única, cuya belleza está dada tanto por el valor estético, como también por el valor afectivo que toma cuando alguien se apropia de ella.

Los invito a compartir conmigo este camino de creación.

¡Gracias por acompañarme!